Las aventuras de Tri y Gonza.

Hace más de un año, declaré (¿?)  o bueno, enseñé (¿¿¿¿????) este texto en un pequeño encuentro entre personas que nos gustan las letras, hoy me dan ganas de enseñarlo, porque ese mismo día tomé una decisión que me hizo bien. Hoy toma otra, en silencio, con el alma un poco más triste pero más sabia.





Era de noche y el mar arañaba la costa, como si quisiera aferrarse a ella y no volver por la corriente. Y se repetía una y otra vez la desesperación del agua por mantenerse abrazada a la arena. Empezaba el viento a dancearle las ideas, y bailaba su cabello con los latidos del corazón. Vivía ensoñada con que era mar. 

Se sentó y veía más allá del horizonte y cantaba "soy mar, soy mar" -más para mí que para ella, nunca le creí- 

Yo, presenciando actos pueriles que nacían del alma que ella me ocultaba en las mañanas. Cuántas veces vivió repitiéndome -más para ella que para mí- que detestaba la playa. Con las horas pesadas, me encontré con sorpresa su mirada enamorada del infinito lienzo imaginario, negro como su cabello. Para ella, yo no estaba. En el momento, existía su vestido perla y el inmenso monstruo traga sueños que no acababa ni en el horizonte.

"Mírame, soy mar. Soy mar."

"Eres un mar"

"No un, soy mar"

"Pero corazón, tú eres Tricia"

"Soy mar ahora"

Ella detestaba los artículos. No hablo de las revistas -aunque igual las odiaba- hablo de gramática. Pensaba que limitaban a las cosas a minucias cuándo son mucho más grandes. Me enseñaba a no usarlos sin percatarme.

"¿Por qué eres mar hoy?"

"Siempre he sido mar"

"¿No lo odiabas?"

"Y lo hago"

"¿Entonces?"

"Preguntas mucho Gonzo"

Se iba de nuevo a bailar, con el ritmo del viento contra marea, las caracolas rompiendo contra la arena y varios aullidos en el malecón. Era mar. Era mar. ¿Por qué era mar? Tal vez por María. Ella siempre le encontraba un sentido espiritual a todo. Místico. Todo conectado a todo. Vivía con la escondida idea infantil de que todo lleva un sentido romántico. Y la dejaba soñar, porque en sus ojos ella sostenía el mundo, y que iba a querer yo que se rompiera.

"¿Por qué eres mar corazón?"

"Soy mar porque vuelvo y voy"

"¿A quién?"

"A todos, en especial a ti"

"¿Todos?"

"Porque tú te acercas, y yo vengo a adorarte"

"¿Qué hablas, Tri?"

"Tú no entenderás, Gonzo"

"Déjame entenderte"

Respiro. Se quedó parada dejando la espuma juegue con sus pies y habló. Sacándome de la película en que la noche me ponía.

"Ven. Párate acá. A lado. Ven rápido o no te explico nada"

Un par de zancadas y me encontraba a su lado. El olor a lavanda llegaba con más presencia pero no me molestaba, era un buen toque para la sal en el aire. Me miro un poco.

"Marea llega acá y te besa los pies. Tú solo te acercas, y está ahí. Siempre está. A limpiarte alma, besándote los pies, lo que pisas al andar."

"¿Y tú haces eso con todos?"

"Tú en especial"

"¿Solo por eso eres mar?"

"No, por más"

"Dale, dime"

"Todo quieres saber tú Gonzo"

"Pero cuéntame"

Volvió a dejar de mirarme y tenía sus ojos fijos en el horizonte.

"Soy mar porque me detesto en las mañanas y mitad de tarde. Me vuelvo loca y enfurezco al sentir tantas voces sobre mi piel. Eso molesta, Gonzo, ¿no te hierve pensar que hay miles de personas escurriéndose en tu piel ahora?"

"Suena a orgía"

"Es una orgía. Y detesto eso. Cuerpos ajenos al mío llegan sin invitación. Voces callando la mía."

"¿Te gusta estar sola, Tri?"

"En noches que fumo, sí. Pero es triste caminar de regreso cuándo no hay a quién llenarle la cabeza con caracolas, como corona."

"¿Como yo?"

"Tú eres mi caracola Gonzo, siempre te llevo conmigo"

Va, me golpeo justo en esa parte del razonamiento en que las palabras se construyen. La detesto a esta.

"Eres cielo tú también" - me dijo con mirada pueril 

"¿Y por qué soy cielo corazón?"

"Porque me llenas. Y vas conmigo aunque no te vea. Y si algo nos separa, es imaginario."

Y sin preámbulos, me dibujo un beso en los labios lentamente. El primer beso de la noche, y puedo asegurar que era el primero en el que con la saliva me escribía "te quiero".

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