Neruda me contó
Por muchos años, Neruda me contaba sobre lo largo del olvido.
Benedetti lo socorría contándome sobre las almas pérdidas en el exilio, sin brújula y sin perdón.
De dientes para afuera lo entendía, pero hoy cala en el alma.
Nunca te contaron que habrá días en que el olvido parecerá una puerta y otros días una jaula. Incluso tendrá la forma de una botella de licor.
Otros días el olvido parecerá la única solución y otros solo la última. No es lo mismo querer olvidar que vivir olvidando.
Siempre te mintieron cuando Neruda te contaba que el amor era corto. ¿El amor corto? ¡Pero si es lo más tedioso y largo que hay! Los encuentros con espejos y recuerdos de un pasado que están tatuados bajo los párpados en el fondo de un cajón que no se puede cerrar. Las noches de insomnio, los llantos de borracho y los ojos hinchados. Sí, el amor es tan largo.
He leído también que el amor no duele, ¡pero cómo me vas a decir que no duele si cada pintor lo ha plasmado con sangre en un lienzo!, ¡cada artista lo ha encontrado en el sufrir de escribir!, ¡y cada niño lo aterriza desde el dolor de vivir!
Sí sí, es tan largo amor y tan corto el olvido. Bienaventurados los que pueden amar sin olvidar. Desgraciados quienes necesitamos de 500 botellas, 3 cigarrillos y una canción que jamás se dedicará.
Comentarios
Publicar un comentario