Lecturas tristes
Hoy decidí leerme, para recordarme un poco, para revisar si lo que escribo -ebria o sobria- pueden llegar algún día a publicarse. Y lloré. Lloré porque en los pocos párrafos de los últimos meses solo me dediqué a plasmar lo que sentía, y aunque un tercero lo leyera, no podría llorar conmigo. No entendería las noches desgarradoras de viernes donde el alcohol parecía un amigo y terminaba siendo un error. No entendería los vuelcos en la cama a las tres de la madrugada porque soñé contigo y solo dolías. No entendería lo que te quise. Y a este punto no sé si yo podría entender cuánto te quise. Por mucho tiempo me decidí a pensar que quererte estaba mal, hoy solo decidí quererte. Decidí quererte con tus errores, tus malas maneras, tus agravios, tus pocas ganas y tu falta de compromiso. Con todo eso te quise. Pero también me quise a mí, me quise a mí después de mucho tiempo porque supe decirte que no cuando me moría por decirte que sí. Como me du...